EMBRIAGUEZ DE ACORDES

Ya no me quedan motivos,

estoy como Jaén sin olivos,

 ¿Por qué agotas mis sentidos?

Todos esos momentos vividos,

siguen terciándose convenidos,

 y sin estar del todo convencidos,

por inercia seguimos.

Llegó la hora del beso,

ese veneno curativo,

a veces furtivo,

que se pega como adhesivo 

y continúa siendo,

demasiado erosivo.

De pronto estas fingiendo,

te contemplo,

y no te entiendo,

mejor seguir leyendo.

Me despierto,

intento volverme tu sustento,

pero no contento,

fracaso y sigo durmiendo,

durmiendo con lamento.

No por más, ni por menos, sino por ti. 

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DE INSTINTO

En tu coche,

como siempre de noche,

como el cristal de atrás sin tu sonrisa,

moviendo los asientos con prisa,

para que al final, como no,

quedarnos sin nuestros preciados alientos.

Al principio impedimentos,

al final puro movimiento,

somos arrítmicos, lo sé,

pero, yo que sé,

siempre lo pasamos, bien.

De tanto y tan poco,

telarañas en las rodillas,

¿quién fuera silla?

pasión por el rápido revolcón,

y todo eso en el pontón,

ni lo concibo dentro del mimado edredón,

sería lo mejor.

Como cada invierno,

entre mis dientes,

los sueños más calientes,

sin perder su pizca ardiente.

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POR CIERTA CAUSA

I.

La palabra se enfría,

lo que junto a ti sería,

ilusión perdida,

 ilusión podrida.

Son noches de no salir,

de vivir, sentir, de latir.

Engaños sin risa,

pero con sonrisa,

la que ahora pisas,

como no, por tus putas prisas.

Así somos,

como dueños sin medios,

como sabios con pintalabios,

como genios sin sueños.

En venta,

soluciones sin razones,

constancia sin distancia,

razones de corazones.

II.

 Quise lo que impediste,

lo que pudiste ,

y no permitiste.

¡Mujer entre mujeres!

Pestañas sin sombra,

como suelo sin alfombra.

III.

Yo ,

Voy solo, sin flores ni honores,

sin valor, sin cojones.

Ya,

cansado de tener,

de beber sin poder,

cansado de retales sin dedales,

como vaho en los cristales.

Perdido sin poder evitarlo,

al final sin contarlo,

sin reinventarlo .

El mar,

ese que ya, dejaste de mirar…

¿Por qué?

Yo no lo sé,

ahora ya, es demasié.

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Tentado y Embriagado, experto en rendimiento sin sustento.

Fuiste abrazo, fuiste trampa,

llegué a beso, era veneno,

felicidad que hoy, es ya venganza.

Malvendido antídoto,

mi impulso hecho convulso,

fui eterno consentido,

aún sigo entero sin tu pulso.

Tus garras, mis raíces,

mis lágrimas, tu día a día,

mi trasnochar, tu aroma en mis pupilas.

Por más que te invento, 

nunca te consigo.

Por más que te tengo, 

menos te atrapo.

Por más que te quiero, 

menos te valoro.

¡Por más que tú y menos que yo!

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Sin abrazo y demás.

Cansado de la rutina, de levantarme cada mañana y  recorrer el mismo camino, 

de ver siempre lo mismo en el espejo, 

de verte a ti...

Cansado de la monotonía, 

del despertador que suena puntual, 

de no poder cambiar...

Cansado de la impotencia, 

de escuchar y no hablar, 

de mirar y no actuar...

Cansado de la vida y de sus vueltas...

Aunque cansado, aún repito...

"Por que tu destino es tuyo y de nadie más; 

tu decides si cambiarlo o si dejarlo como está, 

nunca pierdas la esperanza 
porque siempre, siempre hay elección..."

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